BITÁCORA MUNICIPAL
Por Enrique Chávez Estudillo *
El lunes pasado, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ordenó al Congreso del Estado homologar la fecha de la elección local con la federal y esto implica que los comicios del año entrante se efectuarán – por primera vez en la historia – en julio y no en noviembre, como se hizo hasta la sucesión gubernamental del 2004 y la disputa intermedia del 2007.
Varios actores políticos han opinado sobre el tema y todo lo que dijeron es respetable, porque es muy sano que en los temas públicos haya diversidad de conceptos y debate entre las diversas opciones partidistas. La pluralidad y la discusión abierta y respetuosa de los asuntos que competen a todos los ciudadanos son parte esencial de la democracia.
También estoy seguro de que los diputados locales que establecieron que la siguiente elección local se efectuara en noviembre y no en julio del 2010, lo hicieron pensando en que era lo mejor para la entidad, aunque la SCJN haya ordenado dar marcha atrás en esta decisión.
En lo particular, pienso que homologar la fecha de las elecciones locales con las federales tiene muchas ventajas, porque de ahora en adelante los poblanos sabremos que los comicios se efectuarán en julio del año respectivo, sin importar si son procesos del estado o federales.
Además, esta decisión de la SCJN puede ser el primer paso para que – espero en un futuro próximo – en la entidad dejemos de tener elecciones en dos de cada tres años, como ocurre actualmente, porque lo más sano sería que solamente tuviéramos comicios cada 3 y 6 años, ya que así se evitarían el desgaste político severo que genera cada disputa partidista y el derroche de recursos económicos, humanos y materiales que la mayoría de las campañas provoca.
Ahora que se ya se determinó que los procesos electorales locales se homologuen con los federales en cuanto al mes en que se llevan a cabo, es deseable tomar las medidas administrativas y legislativas necesarias, para que también se iguale el año de los comicios.
Porque lo cierto es que la mayoría de la ciudadanía está cansada de los comicios permanentes y casi sucesivos en nuestro estado y esto se comprueba con el hecho de que todavía no concluye totalmente el proceso federal intermedio del 2009 y desde hace tiempo se habla de la sucesión local del 2010.
Otra ventaja importante de la homologación de los procesos federales con los locales es que los gobiernos de todos los niveles contarán con más tranquilidad y estabilidad para trabajar y concluir sus planes del trienio o sexenales, sin las presiones y acusaciones infundadas inherentes a las contiendas electorales.
Incluso, si las elecciones en Puebla se efectuaran solamente cada 3 o 6 años, en alguna medida sería posible disminuir el "chapulinismo político"; es decir, se reduciría la cantidad de funcionarios o representantes populares que deja planes y períodos de trabajo inconclusos, por irse a buscar algún cargo diferente al que ocupa, debido a que quienes deseen cambiar de posición tendrían que esperar un mínimo de 2 años para contender por otro puesto.
*Presidente de la comisión de Derechos Humanos en el Cabildo