Por Enrique Chávez Estudillo*
Síndico municipal, ¿abogado del pueblo o del PAN?
Una de las principales exigencias de la ciudadanía hacia quienes tenemos el privilegio de representarla es – precisamente – defender sus intereses y trabajar para su beneficio, por ello resulta lamentable cuando alguien que se dice "abogado del pueblo" decide irse por la "libre", tira a la basura las decisiones que toma un órgano colegiado, como el Cabildo y se asume como el defensor de oficio de un grupo particular.
Esto es lo que ocurre con la sindicatura del municipio de Puebla, al que la Ley Orgánica Municipal lo obliga a "vigilar que en los actos del Ayuntamiento, se respeten los derechos humanos y se observen las leyes y demás ordenamientos vigentes" (artículo 100 inciso 15), pero que en los hechos hace exactamente lo contrario al emprender – sin respetar lo que decidió la mayoría de regidores en el Cabildo – una campaña de persecución penal contra algunas clínicas, que el PAN acusa sin pruebas de efectuar abortos.
Como la opinión pública lo sabe, la semana pasada los regidores panistas asumieron una posición persecutoria (al mero estilo inquisidor de Torquemada) al demandar que el Cabildo de Puebla emprendiera acciones persecutorias contra algunos hospitales a los que - sin pruebas - acusaron de efectuar legrados.
La mayoría priísta de regidores, junto con otras fuerzas políticas, nos negamos a efectuar dicha persecución, porque entendemos que el aborto es un complejo tema social y de salud pública, cuyas diversas aristas deben ser analizadas a fondo y sin prejuicios morales, religiosos o políticos, que impliquen cacerías de brujas contra las mujeres, como las que el PAN pretende hacer desde hace tiempo en este asunto.
Sin embargo, la sindicatura municipal decidió ignorar esta decisión mayoritaria del Cabildo y, plegándose a lo que le exigió la fracción panista, demandó a la PGJ una investigación contra las clínicas en que supuestamente se practican legrados. Es lamentable que el síndico se haya olvidado de que la máxima autoridad en el ayuntamiento es el Cabildo y que todos los que formamos parte de la administración municipal debemos acatar sus mandatos.
También es preocupante que la sindicatura emanada de una gestión priísta se haya sumado a la campaña moraloide del PAN, solamente porque quien encabeza esa dependencia parece comulgar mucho más con las ideas conservadoras de la oposición, que con la ideología que ganó la elección del 2007 y que lo llevó al puesto que hoy mal ocupa.
Además, es grave que una dependencia que se supone debe seguir los lineamientos que determina el pleno de la gestión municipal, decida irse "por la libre" y emprender una campaña de persecución legal no solamente contra algunas clínicas, sino – sobre todo y presumiblemente - hacia quienes por alguna razón se ven en la necesidad de someterse a un aborto.
Como individuos, el síndico y cada uno de sus colaboradores tienen la libertad de pensar como quieran y creer en lo que les parece correcto, pero – como instancia de gobierno municipal – no deben violar los acuerdos de Cabildo y, mucho menos, sumarse a una campaña difamatoria contra los hospitales que los regidores panistas acusaron sin pruebas.
*Presidente de la comisión de Derechos Humanos en el Cabildo de Puebla
