BITÁCORA MUNICIPAL
Por Enrique Chávez Estudillo*
La semana pasada precisé varias de las obligaciones de un buen gobierno municipal, según el Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal (Inafed), como las de ejercer un liderazgo efectivo, mantener una buena política de comunicación, controlar los conflictos, trabajar en equipo, promover la participación de la gente en las actividades públicas y planear las acciones oficiales, para ejecutarlas conforme a los programas ya establecidos.
Existen otras obligaciones que necesitan cumplirse en los ayuntamientos, para que la gestión sea efectiva, cercana a la gente y dé respuesta inmediata a las demandas de la población y una de ellas es la de incrementar los recursos financieros municipales sin dañar los bolsillos de la gente.
Para aumentar los fondos disponibles, lo primero que debe hacer un gobierno municipal es ejercer plenamente sus facultades legales a la hora de planear sus presupuestos de Egresos e Ingresos y evitar caer en el paternalismo o en actitudes clientelares, que afectan a la ciudadanía.
También se requiere actualizar el sistema propio de recaudación, incentivar a la población a cumplir a cabalidad con sus obligaciones fiscales y aumentar la base de contribuyentes a las arcas municipales, porque en muchas ocasiones los ayuntamientos se van por la opción fácil de aumentar los impuestos a su población cautiva, en lugar de buscar que más gente pague por los servicios que utiliza.
Además, se deben aprovechar los programas de los gobiernos federales, estatales o de organismos internacionales a través de los cuales los ayuntamientos pueden acceder a recursos adicionales para objetivos concretos. Muchos ediles desconocen la existencia de estos proyectos.
Otra obligación de los ayuntamientos es la de promover el desarrollo y mejorar las condiciones de vida de los habitantes y sus comunidades, generando obras de infraestructura que atraigan la inversión y el empleo, dando servicios públicos de calidad y a tiempo, concretando proyectos de combate a la pobreza y cuidando el medio ambiente, entre otras acciones.
La novena tarea que debe cumplir un gobierno municipal eficiente es promover la cooperación y asociación entre los ayuntamientos, para compartir experiencias, darse asesorías técnicas, fortalecerse a la hora de negociar con las administraciones federales y estatales y combatir los problemas comunes de una manera eficaz y coordinada.
La unión hace la fuerza y muchos municipios se encuentran connurbados y, por lo mismo, comparten una problemática similar en los rubros de seguridad y economía. En consecuencia y más allá de filias o fobias políticas, deben sumar esfuerzos y recursos, para satisfacer las demandas de la ciudadanía.
Finalmente, una buena administración municipal es la que aprovecha su tiempo y recursos de la mejor manera posible. Por esto, es importante que el presidente municipal y sus colaboradores sean eficaces en el manejo de sus respectivas agendas, para que den prioridad a la resolución de las necesidades y demandas más urgentes de la población, en lugar de perder días o meses de gobierno en frivolidades o en objetivos particulares.
*Presidente de la comisión de Derechos Humanos en el Cabildo de Puebla