miércoles, 9 de septiembre de 2009

TRATA DE BLANCAS EN PUEBLA


BITÁCORA MUNICIPAL

Por Enrique Chávez Estudillo *

Trata de blancas en Puebla

Los gobiernos de todos los niveles deben estar atentos al entorno social, para detectar los problemas y enfrentarlos en beneficio de la sociedad, por ello, reconozco estar preocupado por una noticia que leí el lunes pasado y en la que se habla de que en Puebla y Tlaxcala operan bandas de tratantes de blancas, que engañan, secuestran y prostituyen a mujeres.

Ya son varias las ocasiones en que diversos medios informativos alertan sobre la proliferación de estos grupos que trafican con niñas y mujeres, con el agravante de que muchos casos denunciados no son investigados por las autoridades, como lo acusó la Universidad Iberoamericana (UIA) el pasado jueves 9 de julio (nota del diario Milenio), que puntualizó que hay 4 formas en que los explotadores se hacen de sus víctimas: enamorarlas, ofrecerles empleo, secuestrarlas o comprarlas.

Y al mismo tiempo que prestigiados investigadores, luchadores sociales y Organizaciones no Gubernamentales (ONGS) lanzan señalas desesperadas de advertencia por la proliferación y aumento de este problema, veo con preocupación que las autoridades federales, estatales y municipales mantienen un silencio omiso o cómplice, que genera sospechas fundadas de que no quieren, no pueden o no saben cómo intervenir.

Resulta notorio que nunca como ahora se supone que las mujeres mexicanas y poblanas están representadas y atendidas, debido a que hay dependencias federales, estatales y municipales con personal y recursos, para – presuntamente – abordar y solucionar cualquier problemática especial del género femenino.

Sin embargo, ni el Instituto Nacional de la Mujeres ni sus similares de las entidades o los ayuntamientos están haciendo algo, para enfrentar la trata de blancas y el secuestro, violación y homicidio de mujeres. Y tampoco las demás dependencias de los distintos niveles de gobierno se han dado por enteradas de esta gravísima situación, lo que quiere decir que las víctimas están solas y que sus agresores permanecen impunes.

Es curioso que cada vez que se celebre el día nacional, estatal o municipal de las mujeres, todos los gobernantes lanzan encendidas proclamas diciéndose sus defensores, pero que estos mismos personajes se mantienen callados cuando se les pide combatir la explotación sexual y no hacen que las administraciones que encabezan o de las que son parte investiguen las denuncias de este rubro.

En consecuencia, es tiempo de que quienes formamos parte de cualquier nivel de gobierno asumamos – en la medida de nuestras obligaciones, atribuciones y posibilidades - que es posible que en Puebla existan bandas de tratantes de blancas, para trabajar de manera coordinada, hacer las investigaciones correspondientes y combatir a quienes cometen estos delitos.

*Presidente de la comisión de Derechos Humanos en el Cabildo de Puebla

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