Por Enrique Chávez Estudillo*
Puebla es la cuarta ciudad en importancia en el país, pero parece que nosotros, sus habitantes, nos empeñamos en que pierda trascendencia, porque nos hemos especializado en señalar los errores que los gobiernos tienen, sin detenernos a ver que las fallas son compartidas.
O, como dice el adagio, los poblanos "vemos la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio", debido a que nos quejamos – con razón – de que vivimos en una ciudad llena de basura, contaminada visualmente por la cantidad excesiva de propaganda de los tantos espectáculos que últimamente se hacen presentes y se ofertan para esparcimiento de sus habitantes.
Sin embargo, no nos ponemos a pensar que el gobierno municipal ha cumplido con su trabajo al crear los mecanismos para la reglamentación de dichos anuncios; en primer lugar, con la Agencia de Protección al Ambiente y Desarrollo Sustentable, que es la instancia competente para normar la colocación de anuncios.
En segundo término, el COREMUN - en su capitulo 18 - es el instrumento legal que rige y determina las reglas para la colocación de los anuncios y fue reformado por el Cabildo actual el 31 de diciembre de 2008, para adecuarlo a la realidad y dotar al ayuntamiento de elementos para proteger a la ciudad de la contaminación visual.
Además, el 5 de febrero de este año, la presidenta Blanca Alcalá Ruiz firmó un Acuerdo de Coordinación Administrativa, para normar el otorgamiento de permisos para la fijación, instalación, distribución y ubicación de los pendones y mantas de espectáculos públicos a que se refiere el capítulo 18 del COREMUN.
Entonces, el gobierno municipal ha instrumentado las acciones pertinentes para la fijación y/o colocación de anuncios, pero es deber de nosotros, los ciudadanos, aceptar y cumplir dichas reglamentaciones, para tener una ciudad digna de su nombramiento como Patrimonio de la Humanidad.
No obstante, algunos promotores de eventos artísticos y culturales son los primeros en no acatar las disposiciones legales al fijar sus anuncios en lugares prohibidos, como lo podemos constatar con algunas mantas colocadas en las avenidas principales, donde - en vez de utilizar los mantódromos autorizados - usan los árboles sin importar el daño ecológico y la contaminación visual que generan al colocar sus espectaculares en superficies y con medidas no reglamentarias.
Es cierto: a la autoridad le corresponde cumplir y hacer cumplir las leyes, pero todos los habitantes de esta hermosa ciudad debemos acatar la reglamentación vigente y corresponsabilizarnos del cuidado de nuestro municipio evitando y denunciando anomalías en la colocación de anuncios.
Al mismo tiempo, los empresarios y promotores de eventos artísticos pueden contribuir a mantener nuestro municipio libre de contaminación visual acercándose al ayuntamiento y familiarizándose con el contenido del COREMUN, para que acaten sus disposiciones y coloquen sus anuncios en los lugares adecuados, ya que así sus mantas no serán removidas y ellos no recibirán sanciones.
* Presidente de la Comisión de Derechos Humanos en el Cabildo de Puebla
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