Por Enrique Chávez Estudillo*
El pasado lunes, varios medios informativos, como Poblanerías.com, E-Consulta, Periódico Digital, entre otros, informaron que fue exitosa la protesta social de los poblanos contra el alza desmedida a la cuota de estacionamiento en el centro comercial Angelópolis, porque el anterior fin de semana fue notorio el descenso en la cantidad de personas que acudieron a dicho lugar.
Y el hecho de que el fin de semana pasado se haya reducido notoriamente la cantidad de ciudadanos que fueron a Angelópolis, fue producto del boicot organizado a través de las redes sociales por poblanos inconformes con el cobro excesivo de estacionamiento en dicho sitio comercial.
Sin embargo y hasta el momento de escribir estas líneas, la administración del mencionado centro comercial no ha reducido las tarifas de estacionamiento y esto implica, simplemente, que la protesta social debe continuar hasta que ese cobro se reduzca a como estaba, porque de nada sirve que la sociedad se una entorno a un objetivo común, si dicha finalidad no se consigue.
Es claro que quienes decidieron multiplicar la tarifa de parqueo en Angelópolis están deseosos de que los poblanos aceptemos su abuso y nos resignemos a pagar lo que pretenden. Le apuestan al olvido colectivo, a que la protesta social se convierta en muda y a que se pierda la unidad en la protesta de los poblanos que ya no queremos ser víctimas de voraces prestadores de servicio.
Incluso, es probable que los administradores de otras plazas comerciales estén a la expectativa de ver qué sucede en este caso (si la tarifa excesiva es finalmente revocada por la protesta social o avalada por la apatía ciudadana), para tomar sus propias decisiones y, en un momento dado, elevar sus ganancias con el estacionamiento.
Por lo mismo, es importante que este movimiento social continúe hasta tener éxito, ya que – de lo contrario – se estaría sembrando un precedente peligroso: el de que los centros comerciales u otros prestadores de servicio en Puebla pueden cobrar lo que quieran cuando se les dé la gana, porque la gente acude ahí de cualquier manera y es incapaz de unirse y defenderse.
Una ventaja que tenemos quienes apoyamos esta protesta social es la existencia de varios centros comerciales tradicionales o modernos prácticamente en todo el municipio. Podemos ir a cualquier plaza (Centro Histórico, Dorada, La Noria, Las Ánimas, Cruz del Sur, Loreto, Milenio, San Pedro, entre otras), porque todas son bonitas, funcionales y cuentan con todos los servicios.
Es tiempo de que los prestadores de servicio tomen en cuenta los deseos de nosotros, los consumidores. Pero esto solamente podemos conseguirlo si nos unimos, frenamos los abusos y los obligamos a recapacitar.
*Presidente de la Comisión de Derechos Humanos en el Cabildo de Puebla
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