martes, 23 de junio de 2009

LA VIRULENCIA DEL PAN

BITÁCORA MUNICIPAL

Por Enrique Chávez Estudillo *

La virulencia del PAN

Mucho ha molestado a la opinión pública nacional el fanatismo, la violencia y el maltrato que algunos salvadoreños dieron a la afición y selección de fútbol mexicana antes, durante y después del partido eliminatorio del sábado pasado, porque nadie espera ser agredido de manera gratuita o estéril por una cosa importante, pero que al final de cuentas no deja de ser un deporte, el fútbol.

Pero los mexicanos no deberíamos extrañarnos del trato que se nos da en algunos otras naciones, cuando en nuestro país el gobierno federal y su partido, el PAN, llevan meses promoviendo una campaña de odio, descalificación y mentiras contra las administraciones, dirigentes y candidatos de oposición. Y quien siembra vientos recoge tempestades.

A nivel nacional, es notorio que - con el pretexto de combatir a la delincuencia organizada - la gestión calderonista mantiene una campaña mediática y política contra gobiernos del PRI y PRD acusándolos de no dar la batalla contra el narco y de que, estas supuestas omisiones estatales, han llevado a la federación a aplicar operativos para encarcelar o separar del cargo a presidentes municipales, funcionarios o policías.

Es importante enfatizar que el tráfico de estupefacientes debe ser combatido y penalizado, pero sin tintes electorales y sin violentar las soberanías de las entidades federativas y los derechos humanos de los presuntos involucrados en esta actividad, ya que es claro que mientras en Morelos - que lleva dos sexenios gobernado por el PAN y es una de las principales sedes del narcotráfico en el país – el gobierno federal armó un operativo antinarco discreto, sin medios informativos y permitiendo a su gobernador tomar las decisiones, en Michoacán y Nuevo León armó todo el escándalo posible y violó las soberanías de ambas entidades gobernadas por el PRD y PRI, respectivamente.

Además, la campaña del PAN se ha caracterizado por ataques virulentos y sistemáticos a los demás partidos. Es notorio que este partido no trata de ganar votos enfatizando algún “logro” de su gobierno federal o las bondades de sus candidatos sobre los adversarios, sino poniendo denuncias sin ton ni son contra autoridades priístas y calumniándolas.

Judicializar las elecciones es una práctica recurrente de los panistas, que lo hacen para descalificar un proceso que no les es favorable, pese a que esto solamente genera hastío y rechazo en la ciudadanía, que se aleja de las urnas cuando percibe que la violencia verbal es la práctica común del partido del gobierno federal.

Esta virulencia trata de ocultar su incapacidad como administración y, al mismo tiempo, demuestra que sus candidatos no tienen propuestas con qué ganar el voto de la gente. Incluso, esta campaña negra puede incrementar la polarización partidista y social en el país, lo que obstaculizará que en la próxima Cámara de Diputados federales se alcancen los acuerdos partidistas que necesita el país, para superar la crisis.

*Presidente de la comisión de Derechos Humanos en el Cabildo de Puebla

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