BITÁCORA MUNICIPAL
Por Enrique Chávez Estudillo*
Es lógico que la derrota de mi partido en los comicios del pasado 4 de julio en estados importantes electoralmente, como Oaxaca, Sinaloa y, sobre todo, Puebla, haya generado un debate interno extenso, sobre cuál debe ser su futuro, quién puede encabezarlo y qué tiene que hacer para recuperar la confianza de la ciudadanía antes de la sucesión presidencial del 2012.
Incluso, me parece sano y muy necesario que los priístas de Puebla debatamos abiertamente qué partido necesitamos y queremos construir para los próximos años, porque un partido debe promover las discusiones internas, para ser una institución democrática, incluyente y transparente, capaz de recuperar la confianza mayoritaria de la gente.
Sin embargo, es negativo el hecho de que algunos funcionarios de distintos niveles de gobierno se nieguen a aceptar que las condiciones políticas internas y externas en el PRI estatal han cambiado radicalmente a partir del 4 de julio y sigan con su misma y desgastada fórmula de utilizar a determinados columnistas políticos, para descalificar a sus críticos y promover campañas negras contra sus adversarios.
Porque lo que los priístas tenemos que discutir en este momento no es únicamente qué tipo de dirigente estatal o municipal debe encabezarnos a partir del año entrante, sino – sobre todo – qué tipo de partido debemos conformar, para recuperar el apoyo mayoritario de los poblanos.
Quienes realmente queremos al partido sabemos que su trascendencia no radica en las instalaciones, edificios, muebles o en el manejo de las cuotas de sus militantes, sino en sus principios, ideología, praxis política y, principalmente, en el apoyo de miles de ciudadanos de Puebla, que confían en él y que esperan que se democratice y que sea una oposición crítica, responsable y propositiva.
Para recuperar el apoyo mayoritario de la gente, los priístas debemos entender la nueva realidad sociopolítica del estado y ofrecer soluciones reales a las necesidades y demandas de los jóvenes, las mujeres, los estudiantes, trabajadores y los empresarios poblanos, porque cada sector social tiene una problemática específica que debe ser atendida por el partido.
Además, deben erradicarse las prácticas autoritarias y excluyentes, que mucho han dañado al priísmo al provocar divisiones internas y derrotas. En contraste, lo que se necesita en el seno partidista es promover la democracia, la inclusión y, sobre todo, el acatamiento a las decisiones de la militancia.
*Presidente de la comisión de Derechos Humanos en el Cabildo de Puebla
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