BITÁCORA MUNICIPAL
Por Enrique Chávez Estudillo*
Primero que nada, quiero desear a los editores y lectores de Cambio, Puntual y de La Primera de Puebla la más feliz de las navidades y que en el 2010 se cumplan todos sus objetivos y proyectos, ya que la presente es la última bitácora de este año y nos pondremos en contacto nuevamente hasta después del 11 de enero del 2010.
Se acaba 2009 y poco hay qué celebrar por los permanentes desatinos del gobierno federal, que en apenas 3 años ha sumido al país en la peor crisis socioeconómica y política de su historia, debido a que cunden por todo México la inseguridad, el desempleo, la pobreza y, sobre todo, la desesperanza, que afecta a millones de mexicanos.
Al finalizar este año, la piedra angular del mandato de Felipe Calderón Hinojosa es la guerra contra la delincuencia organizada y no ha tenido resultados positivos, como lo refleja el hecho de que ya van 16 mil muertos (diario Milenio, 14 de diciembre) por la lucha contra el narco y cada día se incrementan los hechos de violencia en estados como Michoacán, Sinaloa y otros.
Además, resulta irónico que quien en su campaña del 2006 pregonó que sería el “presidente del empleo” hoy tenga a casi el 50 por ciento de la población del país (44.2 % para ser exacto); más de 50 millones de mexicanos, en condiciones de pobreza dimensional extrema o moderada, según información del Consejo Nacional para la Evaluación de la Política Social (Coneval).
Un gobierno federal incapaz de dar servicios de salud al 41 por ciento de los mexicanos, que tampoco proporciona educación a casi el 22 por ciento de sus habitantes y que tiene a casi 65 de cada 100 ciudadanos sin acceso a la seguridad social (todas estas son cifras actuales del Coneval) puede considerarse un absoluto fracaso en materia de satisfacer las demandas elementales de la gente.
Tal vez a esto se deba que en días pasados el propio presidente Felipe Calderón haya dicho en una reunión con sus correligionarios que lo mejor del 2009 es que está por acabarse, porque él mismo no ve cómo contribuir a solucionar los problemas que agravó o generó.
Porque los resultados positivos o negativos de cualquier nivel de gobierno se conocen no a través de spots televisivos, radiofónicos o de comentarios de columnistas amigos, sino de resultados concretos y este año ha sido especialmente duro para los mexicanos, ya que el Banco de México estima que la inflación rondará por el 5.44 por ciento y el Producto Interno Bruto (PIB) nacional decaerá 8.2 por ciento.
Este contexto macroeconómico implica que – pese a las declaraciones triunfalistas del gobierno federal y sus aliados – decenas de millones de ciudadanos no contarán con los recursos suficientes para gozar de agradables fiestas de fin de año. Por lo mismo, si se trata de lanzar deseos sinceros y posibles en estas fechas decembrinas, esperemos que el 2010 sea menos malo que el año a punto de finalizar.
*Presidente de la Comisión de Derechos Humanos en el Cabildo de Puebla
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